La tecnología y el enganche a nuestro smartphone está influyendo negativamente en la salud de las personas. Llega la hora de acostarse. y una vez estamos acostados en la cama, apagamos la luz y ahí, en la misma penumbra, echamos un último vistazo a las notificaciones de nuestro terminal móvil. Lo que se antoja de ser un vistazo rápido se convierte en varios minutos, o quizás una hora de navegación en redes sociales y algún que otro intercambio de mensajes. El tiempo pasa sin apenas percatarnos de la situación y al mirar el reloj ha pasado más tiempo de lo previsto. Sin embargo, no asimilamos que es un error y le damos poca importancia: total…. esta noche dormiremos una horita menos que no pasa nada. ¿Te ha pasado? Entonces deberías seguir leyendo éste artículo.
El Vamping…
Según alertan los expertos, el vamping puede ocasionar problemas de insomnio e incluso trastornos en la alimentación que pueden tener efectos en nuestra salud. La causa se encontraría en la luz azul que proyectan los móviles, sobre todo en situaciones de penumbra, y que incide directamente en la vista, afectando a la segregación de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. “Si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas, lo que llamamos insomnio tecnológico”, explica la doctora Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), centro que ha realizado un estudio sobre éste el vamping y sus consecuencias. Lo mismo suele pasar con la luz blanca en una habitación, la cuál es una de las causas por las que también solemos mantenernos despiertos.
Esto resulta a día de hoy muy común en muchos hogares, no es más que el reflejo de una tendencia que se extiende cada vez más y se denomina Vamping. El Vamping, no es ni más ni menos que estar conectado a las redes sociales y a los dispositivos móviles de madrugada o justo antes de irnos a dormir, reduciendo así las horas de sueño. Un fenómeno que afecta a menores y adultos y que puede tener consecuencias para la salud. Por eso, debemos concienciarnos sobre la importancia de utilizar de forma segura y responsable los dispositivos y herramientas digitales, así como sobre las consecuencias de un mal uso.
Esta alteración de la melatonina, además de cambiar el ritmo de sueño, también influye de manera directa en el apetito. Al no producir esa hormona, la melatonina, se reactiva la producción de neuropéptidos, algo que “estimula nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces”, explica la doctora María Alija, endocrinóloga pediátrica de la CUN. Por tanto, tenemos más hambre y ésta solo se sacia con alimentos poco recomendados, que pueden llegar a producir obesidad.
Peligros del vamping…
La falta de conexión con la realidad.
Los juegos en línea durante largas horas no sólo pueden alterar las horas de descanso sino también provocar en las psiquis de los niños una sensación “como si ellos continuaran conectados” incluso si se encuentran realizando los deberes, en una clase, cenando con sus padres, etc. Esto es producto de que la mente se modifica lentamente haciendo que el niño o adolescente pase más cantidad de horas en la red que en la vida real y termine incluso confundiendo ambas.
Las ondas eléctricas del cerebro alteran el sueño.
Dormir con el terminal o tenerlo cerca del cerebro durante la noche altera las frecuencias de las ondas del cerebro, impidiendo que el mismo pase del estado beta (las ondas de lo cotidiano. Ellas están activas cuando caminamos, hacemos la comida, trabajamos o nos vestimos. Cuando hay ondas beta estamos en alerta y nos relacionamos con el medio.) al estado alfa (se vinculan con los estados de meditación, relajación y los momentos previos al descanso).
La comunicación con desconocidos.
Este punto resulta ser el de mayor peligro. Muchas personas utilizan las redes sociales para secuestros o abuso infantil haciéndose pasar por niños o adolescentes y conquistarlos utilizando palabras y lenguaje que ellos usan a menudo. Es lo que se conoce como Grooming (el acoso y abuso sexual online, son formas delictivas de acoso que implican a un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual).
Las consecuencias del Vamping…
- Alteración en la alimentación.
- Cansancio diurno.
- Irritabilidad o mal humor.
- Pérdida de reflejos rápidos.
- Falta de concentración.
¿Se pueden evitar las consecuencias?…
Lo ideal es en primer lugar, evitar el uso del móvil con al menos 1 hora de antelación al irnos a la cama y estando en ella, recrear un ambiente, aser posible libre de tecnologías de la información (fuera móviles, tablets, portátiles, etc…) son herramientas con estímulos poderosos que no están enfocados al descanso. Podríamos tener una radio, libros, etc…
Si lo anterior es inevitable, o bien emplease tu terminal móvil como despertador, lo mejor es que actives el modo avión con el propósito de evitar notificaciones de cualquier tipo que puedan incluso encender la pantalla.
En resumen…
Cedemos horas de descanso para pasar más tiempo con las nuevas tecnologías, móviles y tablets e incluso ordenadores. Algo que, como hemos visto, altera la producción de melatonina pero que, además, tiene otras consecuencias más evidentes y que influyen en el rendimiento diario. Al dormir menos horas, los jóvenes tienen más sueño durante la jornada escolar, al igual que les sucede a los adultos en el trabajo. No logran concentrarse, baja su rendimiento y por tanto afecta a su productividad. Y es que los expertos recuerdan que un buen descanso es fundamental para nuestra salud y nuestro día a día.
La melatonina es una hormona natural producida naturalmente por el organismo, que posee como principal función regular el ciclo circadiano, haciendo con que funcione correctamente, mejorando la calidad del sueño.
Llevar a cabo las actividades mencionadas anteriormente mientras estás en la cama y antes de dormir, aunque parezcan actividades inofensivas e incluso saludables, lo que estas acciones originan en realidad es que nuestro cerebro permanezca activo.