La reflexión es una cualidad esencial del ser humano y a menudo se ve distorsionada cuando se encuentra inmersa en los estados de ansiedad y el miedo, es decir, una persona con ansiedad es incapaz de reflexionar y más aún cuando el miedo la invade.
Expertos en la materia han descubierto que aquellos pacientes que padecen un transtorno de ansiedad generalizada, acumulan una tensión crónica en el músculo frontal (justo en la frente) y además sufren constantes sobrecargas en los músculos gastrocnemios (los gemelos), pero la sintomatología más común, la más reconocible y la que más causa molestias es la que se localiza en nuestro sistema digestivo: estómago, intestino…
El dolor gastrointestinal comparte una unión muy estrecha con la ansiedad. Debemos recordad que nuestro aparato digestivo comprende una compleja red de células nerviosas, las cuales interfieren en nuestro estado de ánimo.