La comunicación telefónica es posible gracias a la interconexión entre centrales móviles y públicas. Según las bandas o frecuencias en las que opera el móvil, podrá funcionar en una parte u otra del mundo.
Consiste en la combinación de una red de estaciones transmisoras o receptoras de radio (repetidores, estaciones base o BTS) y una serie de centrales telefónicas de conmutación de primer y quinto nivel (MSC y BSC respectivamente), que posibilita la comunicación entre terminales telefónicos portátiles (teléfonos móviles) o entre terminales portátiles y teléfonos de la red fija tradicional.
En su operación, el teléfono móvil establece comunicación con una estación base y, a medida que se traslada, los sistemas computacionales que administran la red van transmitiendo la llamada a la siguiente estación base de forma transparente para el usuario. Es por eso que se dice que las estaciones base forman una red de celdas, cual panal de abeja, sirviendo cada estación base a los equipos móviles que se encuentran en su celda.
El efecto de la radiación del teléfono móvil en la salud humana es sujeto de gran interés y estudio, como resultado del enorme incremento en el uso de teléfonos móviles. En 2009 había más de 4300 millones de usuarios en todo el mundo).
En algunos países como España existe una notable preocupación popular al respecto de la ubicación de las antenas de telefonía móvil. A pesar de que se han realizado múltiples estudios al respecto que descartan efectos adversos en la salud de las personas, incluso respaldados por la Comisión Europea, la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Española contra el Cáncer, el Ministerio de Sanidad y Consumo, el Centro Superior de Investigaciones Científicas o la Organización de Consumidores y Usuarios, se han registrado casos de enfermedades poco comunes en la proximidad de estas instalaciones, notablemente en un colegio de Valladolid, por lo que algunas organizaciones de vecinos y consumidores continúan realizando manifestaciones en contra de su instalación. Igualmente, otros estudios (como el realizado por TNO a petición de tres ministerios holandeses en 2003) contradicen la supuesta inocuidad de estas instalaciones y señalan como posibles efectos secundarios náuseas y jaquecas, aunque luego esta investigación se haya rebatido desde la Universidad de Zúrich.
Los campos electromagnéticos que emiten los móviles han sido clasificados como «posibles carcinógenos» para los humanos ya que lo relacionan con un tipo de cáncer cerebral. Este dato es relevante teniendo en cuenta que hay casi 5.000 millones de teléfonos móviles en la actualidad y su uso aumenta cada vez más entre niños y adultos.
Tawkon es una aplicación gratuita que hemos encontrado en la play.store de Google mediante la cual nos permitirá conocer los picos de radiación que nuestro teléfono móvil emite/recibe y nos ofrece consejos para reducirlos.
El nivel de intensidad de la radiación es mayor cuanto más cerca de su fuente (la antena del teléfono) y baja en picado cuando más lejos del teléfono. Nuestro teléfono (smartphone) está equipado con sistemas de medición interna que proporcionan pistas acerca de su emisión de radiación. Las compañías telefónicas no te lo ofrecen, así que Tawkon lo ha hecho para ti, con tecnología que recoge y analiza los datos extraídos de tu teléfono, como: tipo de red, banda (GSM, UMTS, CDMA), canal, fuerza de la señal, modelo del teléfono y más.
El análisis que Tawkon lleva a cabo está pendiente de patentes, y éste calcula el nivel de radiación del teléfono, la exposición del usuario: SAR (una medida universal para la cantidad de radiación que absorbe el usuario). Nuestra tecnología fue aprobada por un laboratorio de radiofrecuencias certificado por la FCC con equipos de la más alta gama. Con dicha información, Tawkon proporciona alertas y sugerencias para mantener el nivel de exposición a la radiación de tu teléfono para que puedas hablar sin parar.