iPhone es uno, por no decir, el más popular de los terminales smartphones que existen hoy día en el mercado, ha creado tanta expectación y adictos que hoy día podemos clasificarlos en diferentes grupos:
- El fanático: cree que el mejor invento de la historia es Apple, ama todo lo que venga de la empresa y cada vez que sale un nuevo producto de la marca enloquece de alegría. Apple antes que su familia, ya que el iPhone le dio todo lo que el alguna vez soñó.
- El indiferente: lo obtuvo gracias a que hace poco fue su cumpleaños y un tía con dinero se lo regaló. No entiende las cosas que se pueden hacer con el teléfono, y tampoco está interesado por aprenderlas. Su mediocridad lo lleva a escribir mensajes de texto y hablar con sus familiares y amigos. No existen aplicaciones u otras funcionalidades.
- El adicto: utiliza todo el día el iPhone con el fin de intentar demostrarle a la gente las cosas que se pueden llegar a hacer con el gadget. Tiene aplicaciones de todo lo que nos podemos imaginar, y sabe para que sirve cada cosa que tiene el iPhone.
- El que lo mezcla con BlackBerry: en el trabajo, utiliza el BlackBerry porque la mayoría de sus compañeros se comunican con ése teléfono. Llega a su casa y comienza a utilizar el iPhone para que lo acompañe en sus momentos de ocio (salir a correr, visitar amigos, escuchar música, jugar, etc.).
- El hacker: abre la caja del iPhone y decide desbloquearlo, por sobre todas las cosas. Él piensa que eso es lo más importante, y no tiene demasiados fundamentos al respecto. Busca todas las maneras posibles de hacerle cambios y ahorrar gracias a Skype. El uso que le da, seguramente sea más extraño.
- El adulto: no es que quiera discriminar a la gente ‘grande’, pero me imagino a mi papá con un iPhone, y es eso lo que me queda de estereotipo. Esta persona, para escribir una palabra en el teclado táctil, tardaría aproximadamente 2 minutos, sin exagerar. Claro, no es a lo que estamos acostumbrados. Posiblemente, cuando le suene el teléfono no se dará cuenta que es el suyo hasta que se acostumbre al nuevo ringtone.
- El quejoso: tiene el iPhone pura y exclusivamente para quejarse; cobertura cara, teclado complejo, pantalla demasiado grande, aplicaciones complicadas de descargar, etc. ¿Para qué se lo compró? Para quejarse, nada más y nada menos. Jura que su próximo teléfono será un Android, y todos sabemos que acabará comprando otro iPhone, porque le gusta, aunque lo que más le gusta es quejarse.