La reciente liberación de la versión beta del nuevo antivirus gratuito de Microsoft, denominado Microsoft Security Essentials (MSE), ha reavivado un debate en el entorno de los productos y herramientas de seguridad informática de ámbito doméstico. Este debate se refiere a aquellos productos y aplicaciones antivirus que son gratuitos, u ofrecen sin coste versiones “domésticas” con capacidades reducidas de sus productos de pago, y sobre si estas soluciones gratuitas, ofrecen las suficientes garantías en comparación con las herramientas de pago. Dentro de este contexto, existe diversidad de opiniones, tanto a favor como en contra del uso de estos productos gratuitos.
Existen dos aspectos fundamentales a la hora de plantear dicha comparación: el nivel de seguridad ofrecido y la usabilidad del producto.
Por un lado, es importante establecer las comparaciones entre elementos de similar tipo o alcance. No debe confundirse la naturaleza de una solución antivirus con la de una suite de seguridad integrada que incluirá, además de una herramienta antivirus, capas de protección adicionales como firewall, módulo anti-malware, etc., ofreciendo por tanto un nivel de seguridad mayor.
Limitando la comparación específicamente a los módulos o capas antivirus, en general no es correcto afirmar que los productos de pago ofrezcan mayor nivel de seguridad que las soluciones gratuitas. La calidad del producto dependerá fundamentalmente del motor (o motores) antivirus que emplee y sus medidas de desempeño en diferentes factores (capacidad de detección, falsos positivos, algoritmos heurísticos, velocidad, consumo de recursos, etc) las cuales varían mucho de un fabricante a otro (e incluso de una versión a otra) con independencia de ser o no de pago. Dentro de un mismo fabricante, en la gran mayoría de los casos una suite de seguridad y su correspondiente versión “doméstica" emplean el mismo motor antivirus, por lo que su desempeño a nivel de motor es idéntico.
De este modo, a nivel de seguridad se podría concluir que una suite integrada ofrecerá funciones y capas adicionales, pero no necesariamente un mejor desempeño antivirus.
Con respecto a estas capas adicionales, existen en el mercado alternativas gratuitas de diverso tipo, como firewalls, herramientas anti-malware o barras de detección de phishing, pudiendo construirse una suite de seguridad de modo gratuito. Pero esta alternativa presenta a su vez una serie de inconvenientes directamente relacionados con el segundo aspecto principal a analizar: la usabilidad.
Por usabilidad se entenderá la facilidad de instalación, configuración, uso, mantenimiento y soporte. En general, las suites de seguridad integradas presentan una mejor usabilidad, proporcionando:
- Instalación de un único producto, compuesto por módulos o capas
- Interfaz común para todas las capas
- Perfiles de configuración “por defecto”, que abarcan a todas las capas
- Interfaz y proceso de actualización común
- Compatibilidad e integración transparente entre módulos/capas
- Soporte técnico del fabricante
Estas suites integradas poseen en general ciertos inconvenientes, como un excesivo “intrusismo” en el sistema operativo, consumo elevado de recursos (aunque este aspecto es muy variable de un producto a otro), incompatibilidades con otros productos de seguridad o poca flexibilidad en una configuración avanzada.
De este modo, y a la vista de los aspectos analizados, es posible obtener una serie de conclusiones:
Por un lado, que los denominados antivirus gratuitos no son necesariamente inferiores a las alternativas de pago del mismo tipo existentes en el mercado.
Por otro, que es posible complementar estos antivirus con otra serie de herramientas gratuitas de seguridad, generando una plataforma equiparable a las suites de seguridad integrada de pago. La idoneidad de una u otra alternativa dependerá de diversos factores, como el gasto que se quiera realizar, el perfil y nivel de conocimientos del usuario, las funcionalidades que se deseen implementar, o la confianza en un determinado producto o fabricante