Investigadores del Centro Internacional de Investigación de Biometría, del la Universidad de Purdue en Estados Unidos, trabajan en la prueba de tecnologías de biometría que podían poner fin a las contraseñas, que los usuarios se ven hoy obligados a usar.
El reconocimiento del iris y las huellas digitales son algunos de los sustitutos que se están empleando. El reconocimiento de la voz y el rostro también son herramientas que podrían mejorar la seguridad.
La persona se podría registrar en un ordenador simplemente con pasar su dedo por encima de un sensor, y no tener la necesidad de cambiar la contraseña con frecuencia.
Creo que el común de las personas se quejan de que tienen demasiadas contraseñas, y que es una molestia tener que cambiarlas todo el tiempo, y por lo tanto usan la misma contraseña para muchas cosas, lo que en esencia hace que sean más fáciles de violar, señaló a la agencia de noticias AP, el director del Centro, Stephen Elliott.
Ya hay restaurantes que están implementando la tecnología biométrica, donde cada empleado marca su huella digital en un escáner que tiene vínculo directo con las cajas registradoras de modo que se mejora la seguridad y se limita el acceso a las mismas.
Elliot indicó que este sistema facilita la vida de las personas, y que en algún día las contraseñas en sus ordenadores podrían ser cosa del pasado.
En cuanto a los smartphones, el nuevo iPhone 5S, presentado en septiembre, ya posee un lector de huellas digitales que permite reconocer al propietario del teléfono y desbloquear fácilmente el aparato o hacer compras en iTunes.