La edad no perdona. Nos salen arrugas, comenzamos a arrugarnos, pero… además de todo eso, vamos perdiendo la vista y llega la hora de utilizar gafas.
La pérdida de la visión es una de las mayores molestias y es por eso que nuestras madres y abuelas se vuelven locas cuando pierden sus gafas para leer. Lo peor es que incluso con ellas hay ocasiones en las que no logran ver bien, en especial si hablamos de letras pequeñas, carteles diminutos o pequeñas pantallas como las que suelen tener los móviles.
Es por eso que los LED reading glasses han incorporado unas pequeñas lámparas tipo LED (bajo consumo) que contribuyen a la lectura, facilitando la misma en horas de poca luz.
Requiere de 4 pilas que brindan unas 40 horas de lectura. En el momento en el que el usuario desea usar las luces debe presionar un pequeño botón situado en la parte superior de las gafas.