No son pocas las personas a las que he tratado de convencer sobre la forma que tienen de darse a conocer en las Redes Sociales. Cuando la red de redes se puso en funcionamiento tras ARPANET, la cual se conoce como la espina dorsal de lo que hoy día conocemos por Internet, obtener la información de sus usuario era algo más difícil de obtener.
A día de hoy, los propios usuarios de las redes sociales son los que facilitan todos sus datos personales o no a dichas redes, y éstas obtienen sus beneficios con lo que se denomina el BIGDATA.
La Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos, más bien conocida como el FBI, ha mostrado un gran interés por obtener acceso de forma secreta y con carácter ilimitado a todas las redes sociales y servicios de comunicación web de Internet. Es lo que se conoce como «Backdoor» o puerta trasera en el mundo Hacker. Dicha puerta puede dar acceso a toda la información incluida en cualquier cuenta de cualquier red.
Por todo ello, el FBI pretende que se cambie la ley de vigilancia electrónica, la cual por ejemplo, regula las escuchas electrónicas. El nuevo texto incluiría que las todos los servicios de VoIP, e-mail y por supuesto las famosas redes sociales incorporaran una entrada secreta para que pudieran acceder los investigadores del FBI. Sigue estando presente la necesidad de disponer de una orden judicial para poder acceder a la información a través de la puerta trasera, pero eso no garantiza su buen uso por parte del FBI y la existencia de dicho acceso podría facilitar el robo de información por parte de ciberdelicuentes que encontrasen la forma de acceder por esa backdoor.
Todavía me asombro al ver como muchos padres siguen subiendo fotos de sus hijos a las redes sociales, sin importarles absolutamente nada o en el caso de importarles algo, ni siquiera han sido capaces de cerciorarse sobre la privacidad de su perfil en Facebook.
La Electronic Frontier Foundation ha sido la primera en dar la voz de alarma y en principio esta medida cuenta con la negativa de las grandes empresas del sector como Facebook, Google, Apple y Microsoft, pero ésto no es más que el comienzo. La guerra de influencias puede ser mucho más dramática que con otras leyes como la SOPA y el FBI ya ha empezado a mover su lobby ( colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública).
Sin embargo la verdadera cuestión está en si Internet puede estar controlada por EEUU a tan alto nivel. No es ningún secreto que las grandes empresas de Internet son estadounidenses y que eso significa acatar una serie de reglas al usarlas (el famoso EULA que todos firma pero nadie lee), pero de ahí a permitir el accesos secreto a toda nuestra información a la agencia de inteligencia de un país es sin duda demasiado. En el pasado la Patriot Act levantó bastante revuelo sobre el derecho a la privacidad o la obligación de informar a los internautas cuando se escudriñan sus datos desde EEUU y esto promete no ser menos.
¿Pero no lo están haciendo desde hace tiempo?…
Supongo que ésta será la típica pregunta que te estarás haciendo y la verdad es que yo también me la había hecho. La respuesta es sí, lo hacen desde hace tiempo, es decir, acceden o al menos intentan acceder buscando datos cuando existen empresas que cumplen con la privacidad de las personas (a decir verdad, son muy pocas las que tienen en cuenta la privacidad, teniendo en cuenta que el dinero manda en muchas de las ocasiones).
La sociedad está siendo controlada por empresas gubernamentales y ésto se podría convertir en una guerra cibernética a gran escala.