Las pirámides de Egipto fueron construidas hace mas de 4 000 años y hasta hoy día es una maravilla antigua que se conserva. Sirvieron como tumba a los faraones egipcios, cuyos cuerpos momificados se rodeaban de tesoros y objetos personales.
Erguidas sobre la arena del desierto, las pirámides de Egipto, esbeltas majestuosas, son algo más que un templo y una tumba. Ante ellas, y especialmente a la Gran Pirámide, se tiene la impresión de hallarse en presencia de un monumento que guarda en sus entrañas secretos trascendentales muy estrechamente relacionados con su estructura.
Como en Babilonia y en América, en Egipto las pirámides eran templos erigidos a la gloria de un dios, templos para complejos rituales de muerte y de nacimiento, y al tiempo monumentos al conocimiento de un pueblo mucho menos ignorantes de lo que los historiadores creían. Hasta los arqueólogos más irracionalmente racionalistas se han rendido a la evidencia : en sus medidas esta reflejado el conocimiento matemático y astronómico de una ciencia incomprensible hace seis o siete mil años atrás.
La pirámide fue pensada para tumba inviolable del soberano, destinada a la eterna preservación de su cuerpo, incorrupto por embalsamamiento, y de su ajuar funerario. Sólo de este modo se posibilitaba la residencia del alma en el cuerpo y su supervivencia en el mundo del más allá. Para proteger el cuerpo y el ajuar de eventuales saqueadores se multiplicaban las dificultades de acceso a la cámara, interponiendo toneladas de piedra, disponiendo puertas falsas, corredores ciegos, cámaras dobles, etc… Todo ello fue inútil: los saqueadores siempre consiguieron su objetivo y ya en la antigüedad las pirámides fueron violadas y robadas y pasaron a ser lo que son hoy, el símbolo de Egipto de su arte teocrático y de su sistema político. A pesar de los grandes progresos que ha experimentado la egiptología, particularmente en lo que va de siglo, es todavía mucho lo que se ignora acerca de cómo era construida una pirámide.
Para asegurar la vida en el más allá, el cuerpo del difunto debía ser conservado y habían de ser satisfechas las necesidades materiales que tuvo cuando vivía. Esta idea fue dominante y condicionó de modo decisivo la vida en todos los períodos del antiguo Egipto. Ya en la época predinástica se hacía lo posible por preservar adecuadamente el cadáver. Entonces se enterraba en hoyos rectangulares excavados en la arena, en los que a veces se disponían unas paredes de madera o de barro prensado. Junto al cadáver se disponían utensilios, armas y alimentos. Cerrada la tumba, ésta se cubría con un túmulo de arena y relleno.
Para asegurar la vida en el más allá, el cuerpo del difunto debía ser conservado y habían de ser satisfechas las necesidades materiales que tuvo cuando vivía. Esta idea fue dominante y condicionó de modo decisivo la vida en todos los períodos del antiguo Egipto. Ya en la época predinástica se hacía lo posible por preservar adecuadamente el cadáver. Entonces se enterraba en hoyos rectangulares excavados en la arena, en los que a veces se disponían unas paredes de madera o de barro prensado. Junto al cadáver se disponían utensilios, armas y alimentos. Cerrada la tumba, ésta se cubría con un túmulo de arena y relleno.
Con el tiempo solía ocurrir que la arena era desplazada por el viento, desaparecía el túmulo y finalmente el cadáver quedaba expuesto a los elementos y se perdía. Para evitar este peligro, ya en la era dinástica las personas de elevada posición y los reyes se hacían construir encima del túmulo de arena, una estructura de adobe y ladrillo. La «mastaba», que debía imitar en su aspecto a las viviendas que el difunto habitó cuando vivía. Los reyes de la III Dinastía empezaron a usar la piedra para sus monumentos funerarios, pero su empleo no se generalizó en las tumbas de nobles y dignatarios hasta la IV Dinastía.
Una simulación digital (la de la imagen) reproduce la construcción de la pirámide de Keops en Egipto, según el arquitecto francés Jean-Pierre Houdin. Con ayuda de un programa de informático desarrollado por Dassault Systemes, el arquitecto pretende demostrar que esos monumentos se construyeron de adentro hacia afuera.
Jean-Pierre Houdin cree haber descubierto uno de los mayores misterios de la antigüedad: la construcción de las pirámides egipcias sin ayuda de instrumentos de hierro, poleas o ruedas. Ha dedicado ocho años de su vida a investigar este tema y cree que la pirámide de Giza se construyó desde dentro hacia afuera.
Existen multitud de teorías, de cómo fueron construidas, pero en realidad, se desconoce la exactitud con la que las construyeron y la tecnología empleada, aunque algunos historiadores hayan descubierto algunos aspectos, juraría que es tecnología de extraterrestres.
Fuentes: Egiptología, Wikipedia