Cuando menos lo esperas, salen al descubierto algunas noticias bastante interesantes, como el caso reciente del yacimiento de unos restos fosilizados de una ballena gigante que vivió hace más de 12 millones de años la cual se alimentaba de otros grandes animales marinos.
El descubrimiento se ha hecho en Perú por un grupo internacional de científicos, según la revista Nature.
Ha sido bautizada por los miembros de la expedición dirigida por Klaas Post con el nombre de “Leviatán”.
Según parece, la ballena medía alrededor de 17 metros, pero son unos datos poco fiables pues al parecer los paleontólogos lo dedujeron a partir de su cráneo y su mandíbula, de más de 3 metros, que son los restos de ballena más grandes hallados hasta el momento.
Sus dientes eran más del doble de grandes en longitud y diámetro que los de la especie que habita los océanos en la actualidad, y además los tenía en la mandíbula de arriba y en la de abajo, mientras que la ballena moderna sólo los conserva abajo.
Sin embargo, aunque en aspecto y tamaño ambas eran muy parecidas, Leviatán fue un animal mucho más monstruoso.
Monstruo de los océanos
Frente al relativamente pasivo cachalote que conocemos, que se alimenta de calamares que succiona en las profundidades del océano, su antecesor fue un agresivo depredador.
Según los expertos, era capaz de capturar presas de hasta 8 metros de largo con sus poderosas mandíbulas y desgarrarlas rápidamente.
Christian de Muizon, director del Museo de Historia Natural de París, explicó que los ejemplares de esta especie se alimentaban de animales marinos como delfines, focas e incluso otras ballenas.
Los investigadores hallaron una mandíbula de tres metros en el desierto de Pisco-Ica, en Perú.
“Fue una especie de monstruo marino”, dijo, y añadió que «es interesante recordar que al mismo tiempo en las mismas aguas había otro gran depredador: el tiburón gigante de 15 metros de largo, y posiblemente ambos se enfrentaron en feroces batallas».
Los científicos ya habían especulado anteriormente con la existencia de un animal similar, y este descubrimiento “es la confirmación de que la leyenda fue una realidad”.
Como dijo Olivier Lambert, que formó parte de la expedición que en 2008 halló los restos en el desierto peruano que existe entre las ciudades de Pisco e Ica, “finalmente la hemos encontrado” y añadió que “fue un momento muy emocionante”.
No se sabe por qué se extinguió esta ballena, sin embargo, los paleontólogos creen que los cambios en el ecosistema le obligaron a modificar sus hábitos alimenticios hasta convertirse en una especie mucho menos voraz.