Para aquellos que duermen poco, pensando que el tiempo es oro, y para los que duermen lo ideal, la siesta es un reparador muy natural con el que cuenta el ser humano.
Es sabido que echarse una siesta a la hora del mediodía es beneficioso.
Lo ideal es buscar un lugar tranquilo y cómodo, seguro que estarás pensando en la cama, pero ¡no!, debemos buscarnos otro sitio, pues la cama no es para una siesta, sino para dormir largas horas.
Si nos ponemos ha hablar de estadísticas, podemos decir que, España, ha sido el importador de esta “bonita” costumbre a todos los lugares del mundo y no por ello somos los que más la llevamos a cabo. Según los últimos estudios, sólo el 9% de los españoles toman ya la siesta cada día, frente al 25% de los alemanes y el 16% de los italianos.
¿Cuáles son esos beneficios?
Entre ellos destacan:
- Aumento de la productividad y atención.
- Aumento del rendimiento corporal.
- Disminuye el estrés de forma considerable.
- Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Se cree que reduce la mortalidad coronaria hasta en un 40%.
- Mejora el aprendizaje.
- Nos ayuda a mantener ágil la memoria durante la tarde noche.
La duración de la siesta es muy importante y esta no debería sobrepasar los 30 minutos para no caer profundamente dormido y sufrir trastornos al levantarse como la irritabilidad o la sensación de no haber descansado.
Una siesta ideal puede durar entre 15 y 20 minutos, en los niños debe ser más prolongada, y si padecemos algún trastorno del sueño o de insomnio ésta no debe sobrepasar los 15 minutos.
Mientras tanto, otras personas dicen lo contrario, es decir, que la siesta puede producir apnea, yo de momento pienso que entre más descanse nuestro cerebro, mejor será para nuestra salud, y también creo que la siesta puede curar incluso el ronquido :D.
