Según la Biblia, Dios formó a Adán, el primer hombre, con barro del suelo. De una costilla suya hizo a Eva, su mujer. Y luego los colocó en medio de un paraíso fantástico. Ambos vivían desnudos sin avergonzarse, y Dios, por las tardes, solía bajar a visitarlos y a charlar con ellos.
Esta historia, que nos entusiasmaba cuando éramos niños, nos pone en serias dificultades ahora que somos grandes. La ciencia moderna ha demostrado que el hombre ha ido evolucionando a partir de seres inferiores, desde el Australopitecus, hace unos tres millones de años, pasando por el homo hábilis , el homo erectus y el homo sapiens, hasta llegar al hombre actual.
Hoy sabemos, que el hombre no fue formado ni de barro ni de una costilla; que al principio no hubo una sola pareja sino varias; y que los primeros hombres eran primitivos, no dotados de sabiduría ni de perfección.
En 1987 el mundo se paralizó cuando la ciencia anunció que todos descendíamos de una misma línea ancestral: se trataba de la verdadera Eva genética, una mujer africana que vivió hace 150 mil año en el este de África.
Descubriremos cómo la raza humana se fue expandiendo por todo el mundo y porqué nuestros rasgos físicos varían según las razas. Con la colaboración de gráficos generados por ordenador y la opinión de grandes científicos veremos que la ciencia es una cadena ininterrumpida que nos une a nuestro pasado a todos por igual. Sean testigos del viaje más importante e increíble que jamás se ha realizado; un viaje a nuestros orígenes.