Coronavirus

Los Virus y el CoronaVirus

VeraSoul
VeraSoul Curiosidades
7 Min.

Existen infinidad de virus en nuestro planeta. Uno de ellos, el coronavirus, ha sido el artífice de la gran pandemia que estamos viviendo. Por ello, que mejor que tener a mano la información necesaria para comprender cómo funcionan estos imperceptibles seres y, en especial, el SARS-CoV-2.

Nuestra superficie terrestre se comprende de unos 500 millones de kilómetros cuadrados, sí, ¿mucho verdad? Un vasto territorio que decenas de grandes imperios han soñado con gobernar a lo largo de la historia y que, paradójicamente, al final ha acabado siendo conquistado por uno de los seres más pequeños que nos podemos imaginar: los virus.

Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, un virus es un agente infeccioso que está en el límite de lo que consideramos un organismo vivo.

Muchos científicos consideran que los virus no son organismos vivos porque dependen de las células de otros organismos para sobrevivir y multiplicarse, porque no pueden capturar ni almacenar energía por sí mismos. Además, tampoco lo forman células, que según la teoría celular, son las estructuras básicas para la vida.

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A pesar de ello, los virus tienen unas características importantes y en común con la vida de las células: tienen genomas de ácido nucleico con base en el mismo código genético que usan nuestras células o las de cualquier ser vivo. Además, al igual que la vida basada en células, los virus tienen variación genética y pueden evolucionar.

Esta última cualidad ha permitido que en nuestro mundo existan, según los expertos, 1031 virus. Se trata de un número tan elevado que, si pusiéramos todos esos virus en fila, abarcarían 100 millones de años luz.

Siguiendo con la definición del NHGRI, los virus son unas partículas más pequeñas que la célula, entre 0,000002 y 0,0003 milímetros, por lo que son catalogados como submicroscópicos, es decir, que no se pueden ver en el microscopio convencional.

Un poco de historia sobre el CoronaVirus…

Desde principios de siglo, la humanidad ha asistido a tres grandes crisis relacionadas con estos patógenos.

La primera ocurrió en el año 2002 y estuvo relacionada con un brote de SARS-CoV (Severe Acute Respiratory Syndrome). La primera vez que se identificó este virus fue en noviembre de ese año, en la a provincia de Guangdong, China.

En total, este virus infectó a cerca de 8.000 personas en el mundo y los últimos casos de SARS se registraron en 2003, aunque después de julio de ese año se notificaron cuatro episodios relacionados con casos adquiridos en el laboratorio.  Dado que el virus podría estar presente en reservorios animales, el ECDC y la OMS recomendaron mantener la vigilancia y el SARS se incluyó como enfermedad de notificación obligatoria en el marco del Reglamento Sanitario Internacional 2005. La mortalidad del SARS-CoV fue menor del 30 %, la del MERS-CoV alcanzó un 9 % y la del SARS-CoV-2 es de aproximadamente el 2 %.

La segunda surgió en el 2012 y estuvo relacionado con un caso de MERS-CoV (Middle East Respiratory Syndrome) principalmente observado en la Península Arábiga. Según un comunicado del ministerio de exteriores español, este virus se contagia por entrar en contacto con dromedarios infectados que se encuentran en grandes zonas de África, en Oriente Medio y en algunas zonas del sur de Asia.

Desde 2012 se han notificado casos de MERS en 27 países. Solo en una ocasión en 2015, un caso importado a la República de Corea dio lugar a un gran brote en un entorno sanitario, con 186 casos confirmados, principalmente a través de la transmisión intrahospitalaria. Actualmente el virus continua en circulación en los camellos.

El tercero apareció en brote del SARS-CoV-2, que surgió en la ciudad de Wuhan (China), en diciembre del 2019 y se ha extendido a prácticamente todos los países del mundo, dejando una lista de más de 1.300.000 personas contagiadas y 70.000 fallecidos, según cifras oficiales.

Su origen aún se está investigado, aunque todo apunta a que tiene un origen animal, concretamente el reservorio puede localizarse en los murciélagos (posibles causantes del otro SARS) y en los pangolines.

Síntomas del CoVid-19…

Los coronavirus pueden causar una variedad de síntomas que varían desde signos leves, como el resfriado común, hasta enfermedades respiratorias más graves (de ahí el nombre de SARS, Síndrome Respiratorio Agudo Grave).

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En el caso del COVID-19, enfermedad que causa el SARS-CoV-2, los síntomas más comunes incluyen fiebretos, y sensación de falta de aire. En algunos casos también puede haber síntomas digestivos como diarrea, dolor abdominal y pérdida del gusto y olfato.

En casos más graves, la infección puede causar neumonía, dificultad importante para respirar, fallo renalincluso la muerte que, generalmente, ocurre en personas ancianas o que padecen alguna otra patología coronaria, pulmonar o inmunitaria.

Transmisión y precauciones…

En el caso del SARS-CoV, las autoridades destacaron que, posiblemente, se podría transmitir de persona a persona a través de las gotas de saliva que emanaban de la boca de los humanos contagiados. En el caso del MERS, eran los camellos los causantes de la enfermedad y solo ellos pueden transmitirla.

Debido a la alta capacidad de contagio del SARS-CoV-2 que se ha observado durante estos meses, toda la maquinaria científica se puso manos a la obra para identificar la fuente del contagio. Gracias a esos estudios, se ha podido conocer que, para que se produzca la infección, es necesario un contacto directo de las secreciones respiratorias de un animal infectado, o de una persona infectada, con las mucosas de otra persona (nariz, boca, ojos).

Debido a que se transmite por esas vías, las autoridades sanitarias recomiendan utilizar mascarilla, toser o estornudar en los codos o en un pañuelo desechable y sobre todo, lavarse las manos. Esta última medida se presenta como altamente eficaz, debido a que el jabón puede disolver la cápside (envoltura proteica que protege su genoma o ADN) del virus y, como consecuencia, destruirlo.

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